martes, 23 de diciembre de 2014

El test infinito



El test infinito : Al final del pasillo que llega hasta la acera veo un patio muy pequeño con un grafiti en una pared, una bicicleta con las ruedas hacia arriba y otra pared, con un respiradero, que recibe una franja de luz de una intensidad que ya no hay en la calle. No importa que la fachada sea monótona, como la de este edificio, o sugerente: la sospecha de que lo importante está al fondo del pasillo es la misma. Ahora me gustaría recorrerlo hasta recibir ese sol en la cara. Después, claro, darle la vuelta a esa bicicleta, como respuesta a otra prueba más del test de Voight-Kampff.

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