viernes, 20 de enero de 2012

Dulces y calientes




Dulces y calientes : Leo las críticas de los libros cuando salen y los ojeo en las tiendas, compactos, ordenados con la geometría de un ejército desfilando. Después los olvido.

Y me los reencuentro tiempo después, en edición de bolsillo, algo confundidos, mezclados con libros ajenos, con el aire del que ha regresado de la batalla y ya espera poco, quizás a ese lector que recuerde, sin saberlo, alguna frase de cuando se lanzó al mercado. Un lector que se diga : “Este libro…”

O un lector que siempre se detenga cuando reconozca el nombre de Carver en una portada, sabiendo que ya ha leído todo lo de Carver. O casi todo. Este libro, por ejemplo, "Principiantes", que reúne los originales de Carver antes de que el editor los redujera a la mitad e hiciera de Carver el Carver que conocemos. Todo es cuestión de suerte.

Es una sorpresa encontrarse a Carver en un Vips. Puedo detenerme tranquilamente en los libros de bolsillo y descubrirlo porque me he salido de la película a la que hemos ido con los niños. “Jack y su gemela”. María se queda con los enanos y yo me marcho, incapaz de seguir viendo una película que no merece ni el tiempo que lleve descargársela. El horror de Kurtz debería referirse a esta cinta sin rastro de inteligencia. Tal vez el trabajo de un chimpancé en la época de la huelga de guionistas. Yo qué sé. En todo caso, un corto paseo cinematográfico por un vertedero iluminado con las luces del marketing.

Quizás, como compensación, me encuentre el libro de Carver, para enderezar un poco el viernes. Leo la contraportada y abro el libro al azar para ver si soy capaz de reconocer un cuento :

“Comieron bollitos y tomaron café. Ann sintió apetito de pronto, y los bollitos eran dulces y estaban calientes. Se comió tres, lo cual complació al pastelero”

Claro que lo reconozco. Leerlo de nuevo es como quitarle la suciedad al texto que, me doy cuenta, guardo en la memoria. En cierto modo, este cuento es mío, como le pasará a muchos. Pago los nueve euros para evitar problemas, pero este libro lleva siendo mío mucho tiempo. Me lo llevo como el que rescata algo. 

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