jueves, 10 de abril de 2014

La prueba de la encía



La prueba de la encía : No dejan de caerse dientes. Al repasar una multiplicación, tras el segundo mordisco a un bocadillo, mientras aclaro un vaso. Después de anunciarlo abren la mano con la seguridad de un mago y ahí está, perfecta. Creía que ya no quedaban más, pero la de las muelas parece una extensa familia italiana del sur. Tan larga que provoca mis sospechas y después de ver lo que me enseñan en la mano les pido que abran la boca y echen atrás la cabeza : puede ser que hayan llegado a un acuerdo y por las noches les dejen una muela debajo de la almohada para repartirse las ganancias. Después de palparse la encía con la punta de la lengua cierran la boca, la mano, y se marchan. Ellos ya han cumplido su parte.

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