miércoles, 1 de febrero de 2012

Una mera coincidencia



Una mera coincidenciaLa primera canción que escucho, a las seis de la mañana, es “Darkness”, de Leonard Cohen. La última canción que escucho, por la noche,  en los títulos finales del noveno episodio de “Homeland” , es “Everybody knows”, de Leonard Cohen.

Que ese último tema sea de Leonard Cohen puede verse como una mera coincidencia o, añadiéndole algo de sentido, la señal de que el día que abrió el primer tema está cerrado, de que la forma de vivirlo ha estado bastante cercana a la correcta. O buena. O apropiada. No sólo en el sentido moral.

Camino de casa, después de recoger a mi madre del hospital, hablamos del atasco, de la ola de frío, de la comida que tiene preparada en la nevera, de la medicina que tiene que tomarse, de las molestias de caminar con el pie así, de la gente a la que tiene que llamar, de la enfermera con la que no se llevó bien, de que el lunes puede recoger a los nietos, de que va a pedir hora para el médico ya mismo, de que muchas madres se lamentan por no tener una hija, pero ella no. Todos esos temas de los que se habla cuando todo ha ido bien.

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