viernes, 4 de octubre de 2013

El territorio entre dos párrafos




El territorio entre dos párrafos : Algún día, los baños serán las puertas de enlace entre distintos espacios: recién limpios todos se parecen, por lo que bien se podrá entrar en el baño de una gasolinera de Cuenca y encontrarse al salir en la segunda planta de la Entreprise.

En lo que se logra ese avance tecnológico, lo que sí es posible (y recomendable) es cambiar mentalmente de lugar. La verdadera visita al baño debe cumplir el doble objetivo de vaciar la vejiga y la cabeza. Lo primero se da por supuesto, pero lo segundo, que solemos pasar por alto, resulta aconsejable: pocas veces en el día vamos a estar solos, sin un aparato tecnológico en las manos, envueltos por el color blanco y rodeados por el sonido del agua al caer. Se trata de, en lo que el cuerpo ajusta líquidos, poner un punto y aparte en la cadena de pensamientos y quedarse un rato en ese territorio que hay entre dos párrafos.

Decirse: afuera está la familia, es viernes, vamos a ver un musical para el que llevamos tiempo ahorrando. Decirse : soy el rey meón. Y salir del baño para meterse en el siguiente párrafo.

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