viernes, 26 de septiembre de 2014

El león doblemente abandonado



El león doblemente abandonado : La farmacéutica consulta el precio de la crema de la receta en el ordenador. Lleva su tiempo: en alguna parte del mundo una hija llama a su madre para decirle que va a ser abuela. El dato finalmente aparece y se sobresalta al verlo como si le hubieran pasado una foto suya en lo más descontrolado de Nochevieja. Veo que piensa “¡coño!”. Yo pienso “¡joder!”.

-Dieciséis euros – suelta – Sí que es cara.

Voy sacando la tarjeta para que no me duela tanto como si pagara en efectivo. Así de tonto soy. La sostengo entre los dedos un momento, a ver si de ese silencio en el que se ha encerrado la farmacéutica sale con alguna receta tradicional barata e infalible.

-Si frotas el grano con piel de morcilla de arroz durante diez minutos, todo desaparece.

En vez de eso, dice :

-El ácido fusídico sale por unos tres euros. Y lo otro es un antibiótico.

Veo que me quedo sin cenar las morcillas que iba a comprar. La buena mujer me ha dado información para calcular el tamaño del margen que se lleva la compañía farmacéutica. Pasa la tarjeta por la terminal como si de mi cuenta cortara una loncha de dieciséis euros.

Esta tarde ha resultado algo violenta. Hemos visto, de regreso del colegio, un municipal ayudando a un hombre con un casco caído en la calle, junto a un coche con parte del morro destrozado y una moto tumbada. Hemos visto una ambulancia detenida junto a un supermercado con todas las luces encendidas. Quizás, para contrarrestar, he pensado en lo de la hija con su madre y he imaginado unas luces de Nochevieja.

Pero todavía queda algo más. Al salir de la farmacia nos encontramos con un león de peluche abandonado en la calle. Y pienso en ese oso de peluche sin un ojo que flotaba en una piscina en “Breaking Bad” y en ese otro chamuscado que aparecía en los flashbacks de “The blacklist”. Mi mirada sobre los animales de peluche ha perdido su inocencia. Quizás por eso, a pesar de tener en mis manos una crema capaz de cualquier milagro, no se la aplico a este león. Sí está aquí es por alguna importante razón dramática. Y ahí lo dejo.   

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