viernes, 15 de mayo de 2015

Un álbum de rostros tapados



Un álbum de rostros tapados : Que luego le gustará verse, que no se oculte, que es la última. Lucía se tapa la cara con las manos y sabe que va a ganar porque ya me ha demostrado que su paciencia es mayor que la mía y que puede estar así todo el tiempo que quiera. Que le da igual, que hace lo que quiere, que siempre le digo que es la última y luego viene una más y otra más.

Esta es la primera generación que podrá tener un álbum de su infancia con fotografías ocultándose, tapándose, cubriéndose, mirando hacia atrás, echándose el pelo por la cara o alargando la mano tratando de cubrir el objetivo. No recuerdo ninguna de las mías en las que actuara así: mirábamos a la cámara y sonreíamos.

Puede parecer una mera cuestión de acumulación. Bah. Todos sabemos que la gran mayoría de esas fotos no sirven para nada. La que buscamos es ésa que acierte, que de alguna forma resuma todo lo que se ve en ella y lo que no aparece. Antes, con los límites de los carretes no se podían permitir ese lujo. Ahora, sí. Esa foto de la que podamos decir: ahí está, eso era.

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