sábado, 19 de julio de 2014

La primera lenteja lunar



La primera lenteja lunar : Lucía trae del campamento un brick cortado por la mitad relleno de tierra y del que asoma un pequeño tallo verde. Del mismo autobús bajaban niñas con otros bricks rebosantes de vida, capaces de cubrir la superficie de la luna con un par de ellos. Le cojo cariño al pequeño tallo verde. Es que son lentejas, me dice, y las lentejas no me gustan. Que sí que lo ha regado, claro, pero no mucho. La pobre lenteja superviviente lo ha tenido todo en contra, pero aun así ha hecho el esfuerzo de asomarse. Si nadie ha hablado de la voluntad de la lenteja en algún curso de coaching es que no saben lo principal y la gente está pagando dinero por información de segunda mano. Yo sí sé lo que tengo entre manos, así que todas las mañanas palpo la tierra para ver si está húmeda y en cuanto la noto seca la riego abundantemente. Después contemplo el tallo de la lenteja para que me inspire. Sólo se me ocurren frases extrañas como “una lenteja no hace plato” y cosas así. Tal vez está lenteja esté un poco descentrada. No voy a culparla sabiendo todo por lo que ha pasado. Espero que no sea nada que no se pueda solucionar con cariño, agua y tiempo. Hoy, como estoy solo, ración doble de todo. Delante de la lenteja solo bebo vino para que no crea que la voy a dejar sin agua. Mi plan es lograr su recuperación y después ponerme en contacto con la NASA para decirles que otras niñas habrán trabajado la cantidad con sus lentejas, pero que nosotros nos hemos centrado en la calidad y que podemos ofrecerles la primera lenteja capaz de vivir en la superficie de la luna. A los de la NASA les irá más lo de comenzar por mazorcas para que los próximos astronautas se puedan hacer unas palomitas, pero en cuanto sepan la historia de esta lenteja en particular cambiarán de opinión, me la quitarán de las manos y en un par de años saldrá una serie en HBO. De varias temporadas. El piloto, ya lo estoy viendo, comienza con unos cuantos autobuses que regresan de un campamento con niñas cantando en sus asientos y maletas repletas de ropa sucia en la parte de abajo.

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