sábado, 17 de diciembre de 2011

"El gato con botas", de Chris Miller

La película y yo no empezamos bien, lo reconozco. A mí me pilla con sueño y a ella sin ideas y así es imposible que dure una relación, por corta que sea. Daniel está a mi lado, con sus gafas 3D, entregado a lo que aparece en la pantalla. Yo lo intento, pero ver a un huevo parlante en el papel de protagonista hace que me aleje definitivamente de todo lo que me quieran contar. Tengo la impresión, muy mía pero muy intensa, de que al guionista de esta película le han dejado las sobras para crear su historia y se ha tenido que conformar con ese huevo, y esas judías, y esos malos y…

…y, como decía, iba con sueño a la película y me duermo. Esto puede parecer una desventaja, pero es que llevo mucho tiempo acudiendo con sueño a muchos actos : a bañarme, a trabajar, a la comprar, a cocinar, a colgar la ropa, a llamar a mi madre, a leer, a sentarme a ver una serie, a comer y, claro, a escribir estos posts. Lo del sueño es algo a lo que uno no se acostumbra del todo aunque trate de convivir con él. No importa las horas de descanso que le des, él siempre quiere más, poniendo como excusa que si la edad, que si la actividad, que si la salud, que si el buen humor. Todo esto para decir que también a las buenas películas y a los buenos libros acudo con sueño, que las condiciones para todas son las mismas.

Trato de mantenerlo a raya siempre que puedo, pero a veces, como en este cine, con esta película, me mira a los ojos y me hipnotiza con dos espirales que dan vueltas. ¿Por qué oponerse si en la pantalla un huevo con pantalones está hablando de su infancia?. Caen los párpados.

Cuando los abro, veo al huevo y a una gran oca que persigue a un gato con una espada.

Vuelvo a cerrarlos.

Ahora está a punto de acabar y hago un esfuerzo por llegar al final, aunque sea el último en pasar por la línea de meta del maratón. No importa.

Le pido a Daniel que me haga un resumen de la película y el resultado es algo caótico pero divertido. Siendo justos y con la sospecha de que esto no tenga el mínimo necesario para ser considerada una critica, diré que la parte que vi era mala, de ese tipo de maldad que te incita a pensar en cosas que podrías haber hecho y que la otra, por los comentarios de Daniel, tampoco mejoraba mucho, pero vaya usted a saber.

Sí diré como punto positivo de esta película, que a Daniel le dieron unas gafas 3D tamaño infantil y a mí de adulto. Me pareció un detalle gracioso. Caro, porque nos las cobraron, pero gracioso. Y no, con estas gafas no se sueña en 3D.

Con esta critica no haré muchos amigos entre los gatos, pero se la he dado a leer a mi pez y le ha parecido muy bien.

-Los peces sí que contamos buenas historias. Ahí está "Nemo", sin ir más lejos.

2 comentarios:

  1. Que no te sorprenda lo de los peces. En la Escuela (aquella Escuela) aprendimos que hasta tu madre puede ser uno ;-)

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  2. De aquella Escuela, estos lodos :-)

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