jueves, 29 de diciembre de 2011

La definición del problema


Hago un hueco para leer un post de Juan Carlos Suñén casi a escondidas : no me pagan por leer posts, aunque sean de Suñén. En el de hoy me encuentro una frase : “El pintor puede pintar lo real por real, no porque existe”

La frase me gusta por la forma que tiene de dividir lo real y lo que existe. Nunca había pensado en enfrentar esos dos términos y me siento como pillado en una falta. Parece un simple juego de palabras, pero las implicaciones que tiene me estimulan tanto que estoy el resto del día pensando en esta frase. La frase tiene algo de pértiga, de llave, de tijera que corta una cinta, de grieta que avanza por el hielo, de cremallera que se baja, de sirena que abre un hueco entre la multitud, de sendero, de truco de magia, de ecuación, de rodeo.

Tan sencillo el truco como romper la conexión y fijarse en que esos dos términos no son gemelos, tal vez ni hermanos, y que ni siquiera tienen por qué ir siempre juntos de la mano. La receta que los une permite ahora varias posibilidades y preguntas interesantes que pueden tener su arranque en la pregunta : ¿puede que lo que ahora me rodea en la mesa en la que escribo (Una caja de cartón con doce copas de vino, un cenicero con cuatro tornillos, dos botellas azules de Solán de Cabras, el iPhone, un jarrón blanco, unos auriculares, un bote de pastillas, una caja marrón con un abrebotellas, un llavero con la publicidad de un Disco Bar y varias velas con forma de número) exista pero no sea real? Habría que matizar los conceptos, pero sugiere la posibilidad, ofrecida como juego, de que la existencia no sea suficiente para ganarse la calidad de realidad.

Quizás la existencia esté en las cosas, como su realidad, sólo que la primera es evidente, una mera relación con los sentidos que nos advierte de ella, mientras que la realidad requiera de una técnica, de un esfuerzo, para acercarnos a ella y descubrirla. Un esfuerzo que podría llamarse arte.  Como explicación, justificación, elogio y reivindicación del arte no estaría nada mal. Esta simple frase, leída rápidamente entre dos tareas del Excel, hace que se ordenen en mi cabeza algunos conceptos que no sabía bien cómo manejar. No sólo los ordena, sino que establece una nueva jerarquía que me sorprende. A nivel muy personal, sirve para justificarme y para eliminar parte del sentimiento de culpa, que esto no sea un juego, un mero huir de responsabilidades, sino la respuesta a una exigencia que no había sabido definir, la de sacar lo que de real tenga la existencia.

Se puede seguir jugando a que pueda darse realidad sin existencia y existencia sin realidad, que la realidad de la existencia sea única o múltiple o infinita.

Todo eso en esa frase que creo que es así. Vuelvo al post de Suñén (Enlace) para recordarla exactamente y veo que no está ahí, la ha borrado. Estaba junto a la frase “Y las imágenes, y eso es cine, prestan su duración al mundo por real, no por existente.”. Quizás es que no le convenciera o que no estuviera totalmente seguro de ella o que quiera seguir dándole vueltas.

Da igual, la vi y en cierto modo ya es mía : no existe pero es real.

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