lunes, 20 de enero de 2014

La primera frase a bolígrafo




La primera frase a bolígrafo : A Lucía le entregan hoy el bolígrafo en el colegio para que empiece ya a usarlo en todas las asignaturas menos en inglés. Un auténtico rito de paso que habría que celebrar de verdad si no se nos hubiera quedado atrofiada la capacidad de reconocerlos a fuerza de limitarnos a seguir los que nos mandan.  

Con un bolígrafo en la mano el tiempo que transcurre entre lo que se piensa y lo que se escribe crece. Ya no va a acudir la goma de borrar a solucionar los errores. A cambio de ese esfuerzo, lo que se deja en la hoja adquiere la presencia de lo que va a durar, de la que obtiene su importancia. El mensaje es: ya estáis listos para empezar a tatuar al tiempo.

En la hoja que me enseña Lucía veo que las mayúsculas siguen estando en color rojo, lo que me parece una buena costumbre, recordando a esos libros medievales en los que el cuidado en el detalle de la primera letra ya advertía de la importancia del texto que seguía después. Y lo que han escrito aquí es relevante. Es una relación de consejos. El primero : “Eres alguien muy importante, quiérete”.

Si ésta hubiera sido una colección de frases a lápiz, es posible que la primera hubiera hecho referencia al hecho de compartir, o al deseo de paz, o a la necesidad de vernos todos como hermanos. O qué sé yo. Pero ya estamos en el mundo del bolígrafo, donde hay que tratar de dejarse de tonterías, y no me parece nada mal que su entrada se haga con esta frase. Afortunadamente, alguien sí sabía que esta hoja era un rito de paso. 

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