miércoles, 6 de agosto de 2014

Los brazos del saltamontes mecánico




Los brazos del saltamontes mecánico : Damos un paseo por el puerto para ver los barcos. En algunas cubiertas hay gente tomando el sol. No se debe estar mal. Los nombres y las banderas sugieren puertos distintos, pero cualquiera de ellos serviría para vivir en ese eterno domingo en el que parecen atracados, con el desayuno recién servido.

Quizás para demostrarnos que no todo es tan fácil como parece, ésta es la hora que escogen para realizar algunas reparaciones. En lo alto de un mástil un hombre ajusta no sé qué. Sus compañeros de abajo le miran protegiéndose del sol con las manos.

En la feria, los que venden las entradas van colocando las monedas en su sitio para tener el cambio a mano. Por la mañana han revisado las atracciones y las han limpiado con el agua a presión de las mangueras. En media hora abrirán y subiremos al “saltamontes”, nuestra favorita, con unos brazos mecánicos que dan vueltas rápidamente y que te suben a la misma altura de ese hombre que sigue inmóvil en el mástil, como si no terminara de enhebrar una aguja.

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