La tienda de magia con horario de oficina
: Lo leo en una ficha en su puerta camino del trabajo. Y no es que no lo
entienda: los magos tienen que dormir, ducharse por la mañana, apuntar que
falta leche, llevar a los hijos al colegio mientras se repasa lo más importante
de un examen, escuchar con escepticismo las noticias de la radio y buscar un
sitio en el que aparcar.
Pero creo que una tienda así
debería estar siempre de guardia para poder asomarse y preguntar si hay algún
truco que pueda elevar la mañana. Algo corto y efectivo. Como un artículo de
Tallón. Un golpe efectivo para que el buey camine con decisión. Encontrarla
cerrada es una muestra de que ni la magia no puede hacer algo por evitar los
costes que supondría un empleado más.
Habrá que verlo como una lección de
que hay cosas que todos afrontamos a solas, sin excusas, sin trucos.
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