domingo, 1 de marzo de 2015

El ejemplo de Igor



El ejemplo de Igor : Los libros de desarrollo personal insisten en que hay que tener ídolos que imitar cuando se desea llegar lejos en la vida. Pero a veces se quiere y no se puede, lo que obliga a dejar esas referencias para fijarse otras que se encuentren en nuestra misma situación. En ese caso nos puede servir de ejemplo Igor, que sabe elegir, de entre todas las opciones para ayudar a su neurótico doctor, la que lleva con precisión al fracaso. Tal vez parezca una decisión extrema, pero lo que no dicen esos libros de guía profesional es que a veces esa derrota absoluta es preferible a un éxito mediocre porque supone una forma de victoria. Una victoria en la que en vez de colgarte una medalla te pegan un post-it en el pecho, sí, pero victoria. E Igor, que lo sabe, sonríe.

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