jueves, 25 de julio de 2013

La sala perdida del museo



La sala perdida del museo : El cuarto es una especie de hornacina (el suelo es rojo, las paredes de hormigón) a la que llega la luz directamente a través de una rejilla en el techo. Me acerco al salir del trabajo, atraído por el contraste entre la oscuridad del resto del aparcamiento y esa luz. Hay mucho espacio, pero no se ve la figura de ningún santo, solo tres objetos : una fregona, una papelera y un bidón de plástico blanco distribuidos de una forma que, dentro de todo el conjunto, les da sentido. Hacía mucho tiempo que no experimentaba algo así en un museo.

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