domingo, 14 de julio de 2013

Montañas de serrín




Montañas de serrín : ¿Se sabe cuánto tiempo se pierde al año esperando a que cambie de color el semáforo?. Estimo que el suficiente como para que, dándole un buen uso, cambiaran las orientaciones de un par de gráficas de trazo grueso en el despacho de algún funcionario en Bruselas, obligándole a dar la señal de alarma con la misma emoción con la que el tipo de guardia en una estación de radio anunciaría un contacto extraterrestre.

-¡La productividad vuelve a tener pulso más allá de los Pirineos!               

En la Gran Vía compruebo que esa elevación de gráficas ya se está produciendo lentamente, como las parte de un puente que se abren para que pasen los barcos. Delante de mí hay tres personas esperando a que el semáforo se ponga rojo. Dos consultan su móvil (con ese gesto inconfundible que ha nacido en el siglo XXI) y otro parece haberlo hecho ya. El tiempo, que antes veíamos pasar como una sucesión de coches, es ahora una urgencia de consultas, mensajes, links, llamadas, lecturas, envíos o descargas.

Es posible que nos limitemos a convertir todo ese tiempo en serrín. Lo admito. Pero eso en Bruselas les da igual. ¿Por qué no compartir con ese gris funcionario su alegría sin darle más vueltas? Ahí va por el pasillo, corriendo como si toda su vida hubiera estado dedicada a transmitir esa noticia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario