sábado, 21 de diciembre de 2013

El cine que alimenta




El cine que alimenta : Cualquier productor al que le hayan presentado un resumen de “Lluvia de albóndigas 2” para financiar el proyecto, habrá tenido que pegar mucho el oído para escuchar latir el corazón de la historia. Las hay que nacen con el corazón muy débil. Un par de latidos. Silencio. Otro par de latidos. Y, aunque como guionista duela, lo mejor hubiera sido abandonar el proyecto y retomar alguna carrera de bien que se abandonó por esto de la escritura.

Pero no: el productor pensó que lo que oía era suficiente y puso dinero en la mesa para que esta tarde podamos ver la película en el cine. Y, mientras la veo, pienso que películas así hacen que el cine sea muy caro. Ni siete guionistas, siete, según IMDB, son capaces de que la película no se les vaya de las manos pasada media hora y caiga en una parada de la que no se podrá reponer.

Tal vez por eso a la salida, en la zona de chucherías, puedes servirte corazones de gominola. 

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