domingo, 29 de diciembre de 2013

Una cierta obligación




Una cierta obligación : A la salida de la exposición en la Sala Canal de Isabel II con una selección de fotografías de Nicolás Müller veo a una vigilante discutir con una mujer mayor que tiene una cámara en la mano. Una quiere hacer fotos y la otra le recuerda que está prohibido hacerlo.

La vigilante debería tener paciencia con los aficionados a la fotografía que salimos de la exposición. Después de este auténtico repaso que Muller nos da (cada fotografía es una lección y un reto: “Trabajadores en el drenaje del río Tiszla”, “Narrador de cuentos”, “Redes” o mi preferida, “Vendedora de Vilar Formoso”) hay dos opciones : o dar un paso atrás o darlo adelante. O se es realista o se sigue pensando no sé qué de esa urgencia que de repente se siente.

Esa urgencia de la que debería decirle algo a la vigilante. Esa sensación de que la realidad vuelve a abrirse, que nunca ha dejado de ofrecerse, que sigue esperando, que el que se ha secado eres tú.

“El artista que tiene en su mano una cámara fotográfica tiene un instrumento único para poder expresar con ella su pensamiento, sus ideas, creo que eso significa una cierta obligación. Todo artista la tiene” (Nicolás Müller)

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