viernes, 23 de marzo de 2012

El trofeo de caza




El trofeo de caza : Habría que hacer un inventario de todas las cosas que van a desaparecer y utilizarlo para crear un tour infantil, con los niños dándose la mano y la profesora deteniéndose, por ejemplo, frente a un buzón.

El buzón también le da la mano al cartero, y al sobre, y al sello, y al papel especial, y al bolígrafo, y al momento de sentarse en la mesa, y a la idea, y a la caligrafía, y, sobre todo, al receptor.

Habría que hacer un inventario de todas las cosas que van a ser ya costumbre. El buzón está junto a una churrería en la que hemos merendado. En dos mesas estaban sentadas dos familias con una niña china adoptada. En la manzana de al lado hay un par de tiendas chinas. Y poco más allá, en el Mc Donald´s, a la hora de comer, dos hombres y una mujer chinos, con traje, que seguramente trabajen en las oficinas de Huawei que están a unos metros, pedían una hamburguesa. La mujer señala la que quiere y sonríe educadamente cuando el dependiente le hace las preguntas.

-¿Con patatas?
-Sí.
-¿Con coca-cola?
-Sí
-¿Para comer aquí?
-Sí.

Asiente cada vez que responde, como si estuviera encantada de comprender lo que le preguntan y de hacerse entender. Se la ve tan contenta que parece que fuera ella la que estuviera sirviendo al dependiente. Pero no me engaño : cuando hablo con gente del sector sobre Huawei, todos admiten que tienen miedo.

En lo que unas cosas desaparecen y otras se vuelven normales, yo me pido un Mc Wrap y me lo como deprisa. Tengo que aprovechar que estoy solo, porque, si no, Daniel me pediría que le dejara probarlo y acabaría comiéndoselo a cambio de terminarme yo su hamburguesa. Este es mi momento y ni el fin de la cultura escrita ni el inicio del dominio chino de las telecomunicaciones, con sus inevitables consecuencias en el mercado laboral español me preocupan ahora mucho. Preocuparse no va a cambiar absolutamente nada.

Es posible, incluso, que los de Huawei decidan apadrinar este buzón de correos para que no desaparezca y pongan una placa a sus pies, como la que añaden los cazadores a las cabezas de sus piezas.

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