domingo, 30 de junio de 2013

Alimentando a las crías




Alimentando a las crías : Después de muchos años sin ir, bastantes puestos en el Rastro siguen ahí. Encuentro sin ningún problema dos de libros a los que antes acudía : uno que tiene cada libro envuelto en plástico y otro, quizás el que pueda llamarse oficialmente “el primer puesto del Rastro que ves si bajas desde la Puerta de Toledo” con las novedades que conviene destacar de toda la mierda que se publica. Al primero acudía para repescar a muy buen precio los libros que se me habían escapado y al segundo, como el oso que remonta el río, a atrapar las novedades conforme saltan con un descuento relevante. Hoy vuelvo a ir de uno a otro, feliz, dejando que en cada trayecto se vayan descartando los títulos que he visto hasta quedarme solo con uno.

En lo que espero a ver qué libro se impone, aprovecho para buscar alguna oferta de juegos para la DS, que es a lo que he venido. La mala noticia es que apenas hay juegos. La buena, que los puestos tecnológicos no se han comido a los demás. Como esas zonas en las que los individuos parecen inmunes a algún tipo de enfermedad, aquí también habría que enviar a un experto para ver cómo conviven la letra impresa y los juegos de ordenador.

Pero nos podemos ahorrar al experto porque la razón es obvia : los dueños transmiten la impresión de que venden solo los libros que a ellos les han gustado. Llegan al nido con los mejores gusanos.

Me quedo con dos opciones al final. “Lila y Flag”, de Berger, y “¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?”, de Jeanette Winterson. Me decido por este último porque escuché una buena crítica hace algunos meses, porque va por la segunda edición, porque cuesta cinco euros. Cinco euros. Como he fallado con lo del juego de la DS, tendré que buscar alguna alternativa para no presentarme en casa ante los mellizos con el pico vacío y conviene recorrer el Rastro con un par de billetes en la cartera. 

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