En la órbita de una hamburguesa perfecta :
La hamburguesa que me trae la camarera tiene buena pinta. La miro como haría el
dueño de una agencia de alquiler con un coche recién entregado buscando algún
desperfecto. Tras el análisis, pasa de buena pinta a muy buena pinta. A veces
el día te trae sorpresas como ésta. Es una hamburguesa que está ahí para ser
observada, y a eso me dedico. En las mesas de al lado, los empleados de
Telefónica piden sus menús, se los comen, pagan, se marchan. La Tierra avanza
por la galaxia. En alguna parte se produce una mutación genética que dará
ventaja a su portador, lo que supondrá un paso más en la evolución. Una
profesora escribe en una pizarra el signo de la división frente a un grupo de alumnos
que lo copian por primera vez en sus cuadernos. Pájaros que emigran, pájaros
que terminan de emigrar. Un biólogo que descubre una nueva especie paseando por
un mercado exótico. La hamburguesa se va enfriando y por un momento pienso en
pedirle a la camarera otra hamburguesa imperfecta para comérmela y dejar ésta
así. Finalmente decido hacerle una fotografía para ver si el resultado
decepciona. Nada. Podría servir de imagen publicitaria si, puestos a ser
exigentes, no tuviera un trozo de lechuga que parece caído. Es algo mínimo,
pero agradezco esa excusa para darle el primer mordisco.
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