lunes, 24 de septiembre de 2012

Trucos de supervivencia




Trucos de supervivencia : Me gustan esas neveras en las que no sobra nada, que no funcionan como una despensa alternativa en la que los alimentos se pueden usar o no. Me gustan porque es fácil imaginar qué tenía en la cabeza el que lo compró : esto lo voy a preparar así este día o éste.

La nuestra me desconcierta : está llena pero apenas propone nada. Es como hacer zapping  con canales en otro idioma. Están las partes, sí, pero no sugieren. Digamos que una nevera abierta es como un espejo : refleja aquello que pensabas mientras hacías la compra. Si había cuidado, verás cuidado. Si urgencia, urgencia. Creemos que la intimidad se guarda en los cajones, pero queda expuesta cada vez que se abre la puerta de la nevera : en un sentido más amplio, ahí están las claves que van a ordenar el resto de la casa.

Todo esto viene a cuento porque no encuentro qué cenar. Hay qué comer, pero no un conjunto que permita hacer una cena. Los yogures, las latas, las cebollas, la botella de vino blanco o el paquete de pan blanco sin corteza, aunque juntos, no están relacionados, como lo expuesto en una manta en el Rastro. La capacidad que tengo de construir una biblioteca con pocos libros desaparece frente a la nevera, que reclama a alguien que cree equipo.

La abro y me quedo mirando hasta que la alarma, alemana, me pide que cierre la puerta. La cierro. La vuelvo a abrir. ¿Cómo es posible esta falta de comunicación entre la nevera y yo?. La tercera vez que la abro descubro en una bandeja una lata de sardinas. Hasta ahora la había mirado sin verla, a pesar de ese cuento de Poe en el que también buscan una lata de sardinas que estaba todo el rato encima de una repisa. La lata de sardinas es un elemento que se basta a sí mismo. Se ve la lata y no se piensa en nada más, no se desea nada más. La lata de sardinas es una metáfora de una lata de sardinas. No hay vuelta de hoja. La puedo coger y cerrar la puerta.

En algún momento, después de llenar la nevera, me dejé esa lata como truco de supervivencia mientras pensaba en otras cosas. La abro. Ahora tengo una lata abierta con cuatro sardinas dentro. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario