Espejo de piedra : El muro en blanco es el espejo perfecto en el
que el árbol se observa para que su sombra, como un eco silencioso, le devuelva
su verdadero tamaño. Alguna rama parece acercarse a la pared, como un dedo
desnudo que quisiera tocarla.
El sol llega
frío, reservándose para mañanas que sienta suyas. Como no transmite la
urgencia del calor, puedo permanecer quieto de pie sin pensar en qué hacer a
continuación. Podría dar unos pasos y buscar mi sombra sobre el muro.
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