Las dudas del saltador de pértiga : La tarta desmonta el dos mil
trece al colocarlo sobre una base que recuerda a esas grandes colchonetas que
reciben al saltador de pértiga : superes o no la barra, podrás caer tranquilo,
que siempre habrá una mesa como ésta rodeada por gente que amortiguará el golpe
para que te pongas en pie y vuelvas a intentarlo.
Se reparte en pequeños trozos que
nos comemos entre elogios al cocinero. Al terminar nos reincorporamos al ritmo
de la televisión, a la espera de esas campanadas que suenan como salvas.
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