sábado, 25 de mayo de 2013

Boxeo de sombra




Boxeo de sombra : Son las cuatro de la tarde y no hay nadie en los columpios. Ni madres sentadas en estos bancos tejiendo con sus conversaciones esa red que les da seguridad, ni niños dándole a la zona un punto de efervescencia con sus juegos.

Daniel me pide que le haga compañía un rato en uno de los bancos. Hace calor y me siento igual que si estuviera en una feria con todas las casetas cerradas. Es un momento para no hacer nada, pero a Daniel le da igual. Se acerca al columpio, se sienta y empieza a darse impulso con el cuerpo y las piernas : hace tiempo que yo ya no soy necesario.

La sombra que le sigue por el suelo, conforme se acerca y se aleja, está muy bien definida. Pienso entonces en los boxeadores que se preparan peleando contra un rival imaginario. Daniel en el columpio también hace sombra. Se trata de entrenarse para mantener ágil y en forma ese impulso de querer probarlo todo que convierte la realidad en algo que está ahí para ser disfrutada. Estos columpios que se le ofrecen, por ejemplo. 

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