lunes, 10 de octubre de 2011

Cambio de táctica

Una de las frases que pueden hacer que el día se tuerza se la puedes escuchar a tu madre cuando contestas, inocente, al móvil.

-Hijo, que tengo un problema con el ordenador.

-Dime.

Dices dime porque eres su hijo, pero deberías buscarte cualquier excusa.

-Mamá, que al jefe le acaba de salir un alien del estómago. Joder cómo ha dejado el bicho de sangre el pasillo. Ya verás cuando lleguen las de la limpieza. Luego te llamo, que parece que el jefe sigue un poco vivo.

En vez de eso, respondes.

-Dime.

Y a continuación puedes escuchar averías inimaginables. Hay un problema entre los ordenadores y las mujeres mayores. Siéntate, respira hondo y cierra los ojos.

-Que la impresora sólo me funciona las horas impares.

-Que escribo “leche” y el programa me lo cambia por “coñe”

-Que se me escapan todos los cerdos de la granja del Facebook.

-Que si acerco el oído al disco duro parece que hay alguien respirando dentro.

-Que estoy preparando un libro de fotos con las dos mil del viaje y va lento.

-Que no grabé el archivo y ahora no lo encuentro.

-Que me aparecen unas páginas muy raras en Internet.

-Que salió un mensaje en inglés y contesté que sí a todo y ahorra no arranca.

-Que si no será mejor ponerle tres antivirus para evitar problemas.

-Que se me ha olvidado la clave, que si tú te acuerdas de ella.

Intentas ser paciente y echarle una mano sabiendo que ella al final va a cerrar la conversación, digas lo que digas, con la frase :

-Hijo, pásate por aquí cuando puedas.

Y respondes que lo intentaras y ella hace como que se lo cree.

Hasta que un día, digamos que hoy, su problema no se puede llamar problema.

-Que quiero cambiar el teclado de mi ordenador por el de tu padre.

-Eso es muy fácil.

-¿Te pasas el viernes?

-¡Claro!

Y al responder ese claro sabes que lo del teclado ha sido un gancho para atraparte. Ha cambiado de táctica y ahora te espera un problema de verdad cuando aparezcas por su casa: al enchufar el USB, se enciende el horno, con grill y todo.

Mucho cuidado.

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