sábado, 1 de octubre de 2011

Media hora en Valladolid

Apenas llevo media hora en Valladolid y ya tengo diez razones para que me guste esta ciudad. No son razones objetivas porque sólo llevo treinta minutos y es posible que treinta minutos después haya cambiado de opinión.

1-Veo el anuncio de un concierto de Wim Mertens en el Teatro Calderón el dieciséis de Noviembre al que no podré ir, pero no me importa. Me alegra saber que Wim Mertens sigue dando conciertos. Le cogí cariño desde que le vi en Cartagena, allá por el 92, en un teatro en el que había cucarachas por el suelo. A las cucarachas y a mí también nos gusta Wim Mertens

2-Paseo por soportales. También me gustan los soportales. Me aficioné a ellos en Bolonia, me los encontré en “El toldo rojo de Bolonia” de Berger y aquí están de nuevo.

3-Hay un sitio que se llama “Milvinos”. Te asomas y ves las botellas tumbadas sobre largos soportes de cristal. Parece la munición de la madre de todas las fiestas.

4-Aquí Ribera, claro, qué cojones de Rioja.

5-Cruzo el Pisuerga, algo que nunca he hecho antes. Creo que es bueno cruzar un río antes de entrar en una ciudad. Igual que lavarse las manos antes de comer. Lo prefiero a tener que cruzar la M-50, LA M-40 o LA M-30.

6-En un escaparate de Intimissimi se anuncia el súper push-up : Sin retoques, una talla más. A partir de ese momento, claro, me fijo para ver si es verdad.

7-En la Sala de Exposiciones de San Benito se presenta “Vietnam. 50 años. Fotografías de Larry Burrows”. Por tema de horario, tampoco podré ir a ver la exposición, pero no importa. Está ahí, que es lo que cuenta.

8-En la calle Santiago se mezclan los carteles de dos exposiciones : En una, “Cine, cine, cine!!!” se ve el traje negro que Rita Hayworth lució en Gilda, en otra, ”Primitivos : El siglo dorado de la pintura portuguesa. 1450-1550”, la figura de un santo de pie, delgado. Si las dos imágenes estuvieran en el mismo cartel y girara sobre sí mismo, verías al santo con el traje de Gilda. Esto lo aprendí el otro día con un juguetes del Mc Donald´s. En un lado de la cartulina había un loro, en el otro, una jaula vacía. Lo girabas y, cosas de la ciencia, el loro se mentía en la jaula.

9-Veo varias placas recordando la novela “El Hereje”, de Delibes. También tienen una estatua de Cervantes.

10-Hay una luna fina en el cielo, apenas un trazo, que queda muy bien sobre los tejados de las casas de la plaza mayor.

Además, es sábado por la noche, el mejor momento para llegar a cualquier sitio. Parece que la ciudad hubiera salido a darnos la bienvenida.

2 comentarios:

  1. Y el museo nacional de escultura, un café en "El largo adiós", los ojos de Silvia, una palomilla de ensaladilla, un solomillo al rocquefort, el festival de teatro de calle, un libro inesperado en Mainer... y para nostálgicos, y tu me entiendes, el gol de Zidane de la novena yo lo vi allí, en Pucela.

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  2. Claro que te entiendo, viajero. Como para olvidarse.

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