sábado, 3 de noviembre de 2012

Figuras de una exposición




Figuras de una exposición : Esto es lo que pasa si haces las cosas sin convicción : cuando el miércoles pasado vamos a Carrefour a comprar unos disfraces de Halloween, los empleados ya están desmontando los expositores. Hay poca paciencia en Carrefour, me digo. Los mellizos tienen que replegarse porque tres hombres muy eficientes van guardando en cajas las falsas calabazas, los falsos esqueletos, los falsos colmillos. Ellos están desorientados y yo un poco abatido al ver que se les reduce la oferta y se les acaba el tiempo. Acabamos encerrados en una esquina, echando en el cesto unos adornos para colgar. Les digo que nos vayamos corriendo con nuestro botín antes de que nos lo confisquen.

En El Corte Inglés tienen más paciencia. Nos pasamos por allí esta tarde y vemos que todavía tienen montado el puesto. Es, exactamente, esto : la oferta de Halloween para los que no lo han celebrado y deciden a última hora que sí, que bueno, que tampoco está mal ponerse un traje de huesos. Si la situación económica fuera otra, seguramente no harían este esfuerzo para rebañar clientes como nosotros. Pero cada euro cuenta. Daniel se decide por un traje de esqueleto con huesos blancos. Lucía, por otro de huesos rosas, claro.

Así que tenemos dos esqueletos cenando con nosotros. A los esqueletos les gustan las salchichas y el zumo de naranja y la pizza. Como es Halloween, no le decimos nada a Daniel cuando se llena de ketchup el plato. Como es Halloween, tampoco le decimos nada a Lucía cuando se dedica a dibujar figuras y a pegarlas con celo por toda la casa: es como pasearse por su cabeza en una particular jornada de puertas abiertas. 

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