martes, 1 de enero de 2013

Ritos paralelos




Ritos paralelos : Recibíamos el año nuevo con champán y zumo de naranja después de que mi padre nos despertara para escuchar el concierto. De esa tradición no ha quedado ni el amor por la música clásica ni por el champán, pero sí la costumbre de hacer zumo de naranja todas las mañanas. Un zumo en el que, creo, sigo repitiendo ese rito todos los días, de una forma íntima e inconsciente : el pasado parece gobernarnos con formas sutiles.

Esta mañana, mientras en la televisión del salón retransmiten el concierto de año nuevo, me tumbo en la cama con Daniel para ver un episodio de las Supernenas : una raza de monos con el cerebro desarrollado genéticamente trata de invadir la ciudad. Daniel, que se sabe el capítulo de memoria, me lo va adelantando. Esa ventaja que tengo sobre lo que va a ocurrir me proporciona un placer especial, como si los dos realmente tuviéramos el poder de anticiparnos a lo que va a suceder. Efectivamente, uno de ellos pilota un monstruo metálico. Efectivamente, otros atacan escupiendo desde el cielo.

Tal vez no haya tanta diferencia. Como dos cañerías que transportaran la misma sustancia.  

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