domingo, 24 de abril de 2011

Bollo de hojaldre en forma de media luna


Una pequeña revelación. La respuesta a la pregunta : ¿Dónde está el domingo?

Aquí : en el croasán de chocolate que me presentan sobre un trozo de pizarra negra, en el cortado servido en una pequeña taza de porcelana con partes decoradas en color verde, en la luz que cae sobre un hojaldre alargado expuesto en el escaparate, en la gente que se queda mirando hacia el interior de la tienda, en la dependienta a la que se le cae un huevo grande de chocolate envuelto en celofán.

-¡Ah, parece que no se ha roto!
-Qué bien.
-Ah, no, aquí está roto.

En la música de Enrique Morente que sale de un pequeño equipo de música, en la mesa de madera en la que me tomo el cortado, en las migas que caen del croasán (con las migas que dejo encima de la mesa, a pesar de ser cuidadoso, creo que podrían hacerse dos croasanes), en la conversación de un hombre que viene a llevarse un encargo que se lleva en una bolsa con cuidado, con mucho cuidado y en las notas que tomo sobre la partidas de la ducha que eché ayer con Lucía.

La ducha es la versión infantil del ahorcado. Esta lista debería haber sido el centro del post de ayer, pero el cansancio me impidió ver lo más obvio. No es el colesterol lo que nos atrofia, ni los triglicéridos. Es el cansancio el que se va acumulando, capa sobre capa, hasta que al final somos incapaces de dejar pasar lo sutil y acabamos atrofiados.

Esta mañana, en esta pastelería, escribo lo que me gusta de esas partidas con Lucía :

-Fijarme en sus dedos, finos y largos. Con esa promesa que tienen los dedos finos y largos.
-Pillarla haciendo trampas. Ver cómo disfruta, más que pensándolas, al verse descubierta.
-Ver los paletos cuando ríe.
-Leer las notas que escribe cuando gana : "fenomenal Lucía".
-Aceptar sus cambios de normas para que se adapten a lo que quiere en cada momento. Para que la palabra "móvilmuybonitomuybonito" sea válida.
-Ver cómo se alegra cuando pierdo.
-Ver cómo de alegra cuando gana.
-Descubrir lo pequeñas que son las líneas que escribe.
-Detenerme en el detalle del agua que cae de la ducha.
-Observarla, toda seria, haciendo la línea que hace para separar un juego de otro

Escribo esas diez frases mientras me tomo el cortado. Antes de llegar a esta cafetería y de sentarme en el momento justo, en el sitio justo, ante el desayuno justo, me encuentro con diez profecías en la tienda Lemo que hay en Argensola.

1-¡Deja el yugo digital atrás!
2-¡El retorno de la suerte!
3-¡Espera lo inesperado!
4-La belleza de la vida real
5-Originalidad, autenticidad, eternidad.
6-¡Mira dos veces!
7-¡Déjate llevar!
8-La modernidad es analógica
9-Un trillón de sitonías analógicas te están esperando.
10-¡El futuro analógico es el paraíso!

No sé si el futuro analógico es el paraíso, pero estar sentado aquí, con este croasán de chocolate y este cortado sí es la mejor manera de aprovechar un domingo por la mañana. De hecho, es probable que los domingos por la mañana hayan sido creados para poder tomarse un croasán como éste con un cortado como éste en un sitio como éste : Pomme Sucre (Barquillo, 49)

Toda esta publicidad es gratuita, claro. Somos pobres porque somos honrados.

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