martes, 16 de abril de 2013

La combinación del candado



La combinación del candado : Atada junto a una verja del trabajo  hay una bicicleta : a las diez extiende su sombra como una invitación para que me suba a ella. Es una sombra prometedora, decidida, ágil. De las que necesitan arrastrarse por superficies agrestes para sentirse viva. La observo durante el tiempo que me lleva comerme la manzana que me he traído. Me subiría a ella si supiera exactamente dónde ir, pero no tengo una idea clara y así me serviría de ella solo como un salvavidas. Eso tan difícil de saber qué se quiere y que es lo único que abre el candado. El problema para dar con la combinación es que en este momento estoy bien : la gente charla en las mesas de la terraza de enfrente, noto la sombra del árbol sobre mí, la boca se me llena del jugo de la manzana y veo entrar y salir de este parque empresarial furgonetas de reparto : Halcourier, DHL, Nacex. Ese movimiento de mercancías que todavía bombea algo de vida comercial a la zona y que nos protege. A pesar de todo, cuando tiro el corazón de la manzana a una papelera y me marcho, me gusta saber que esa sombra seguirá ahí mañana, como el discurso de una serpiente con una paciencia larga como ella.

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