Desde Octubre del año pasado, en El Cultural, el suplemento de El Mundo, Montero Glez conduce un concurso de microrrelatos. Cada semana se propone un tema con la condición de que las historias presentadas no sobrepasen los 140 caracteres y los lunes se publican las finalistas.
De las diez que escribo, mando los ocho primeros. A la final esta vez no pasa ninguno.
1-La única parte de su cuerpo que no había tocado un bisturí, la atravesó una navaja una noche de mala suerte.
2-Frente al espejo no veía ningún corte, pero no dejaba de beber para cicatrizarse por dentro.
3-Era la forma de querer de un cirujano. Más pronto o más tarde acababa cortando por lo sano.
4- La bala había acertado en la diana que el capo tenía tatuada en el pecho. Amante de las buenas historias, el médico no hizo la autopsia.
5-“Quiero los piropos más sucios”, fue la única petición de la condesa antes de la operación.
6-Siguió las marcas de la piel como si fuera el mapa de un pirata : debajo de las equis escondió dos buenos cofres.
7-Para no olvidar cómo le había pagado su padre los estudios, se hizo un bisturí con mango de madera que se doblaba por la mitad.
8-A su manera, seguía la tradición de sus antepasados de Sierra Morena : ellos cobraban por no hacer la operación, él por hacerla.
9-Incapaz de controlar nueva cilindrada de su cuerpo, se estrellaba con los hombres que menos la convenían.
10-Operó a su mujer para quitarle años y funcionó. Le dejó por un hombre veinte años más joven.
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