Vamos muy despacio porque parece que con la lluvia florecen los accidentes. Riegas el asfalto, lo abonas con un poco de velocidad y es cuestión de tiempo que un coche acabe con los cristales rotos y un guardabarros mal encajado.
Los demás conductores, los que tenemos los cristales en su sitio, también nos dedicamos a cultivar algo, la paciencia, que hay que aprovechar el agua. A la pequeña planta que tengo en el asiento del copiloto, le doy de comer las frases que aparecen en los rótulos de tráfico. No sé si es sano o no, la verdad, porque nadie te enseña a cuidar un pequeño brote de paciencia en una mañana de martes. Y no lo pienses mucho porque te darás cuenta de que nadie te explica realmente nada, que siempre habrá una sigla que se te meta en el zapato para que no puedas correr libremente por un mundo de significados claros. Y bla, bla, bla.
A lo que vamos : las frases que le doy de comer a mi incipiente planta de la paciencia, que llevaré a un Econcentro si me crece grande y sana :
-Precaución bancos de niebla
-Precaución bancos de niebla
-Salida M30 900 metros
-Mantenga distancia de seguridad
-Control velocidad radar
-Precaución retenciones
-A Coruña
-Precaución retenciones
-Badajoz / Badajoz
-Hasta Km 44
En este tipo de género literario vial predominan, como se ve, los mensajes simples, directos, en mayúsculas y sin acentos, y la repetición es un valor que se busca y se celebra. No sé si hay alguna escuela de letras que dé cursos de literatura vial, pero, de no existir, hay que crearlos ya. Hay mucho que hacer. Y muchos Ayuntamientos que estarían encantados de crear concursos. Y tantos doctorados. Y tantas tesis. ¿No es evidente?
Lo que sí es evidente es que estos mensajes no están escritos para ir a diez kilómetros por hora, la velocidad que debe de seguir un paso en Semana Santa. A 120, todos resultan directos e intimidantes, como soldados dispuestos para una revisión. Con lluvia y prácticamente atascados, parecen rótulos de películas en cines abandonados.
Perdido el primer significado, el más evidente, puedes buscarle otros a esos mensajes. A mi paciencia le gusta mucho que le dé de comer nuevas interpretaciones. Hay que ver lo bien que le sienta, además, ir a 10 kms por hora, ver la lluvia caer y quitarle el volumen a la radio cada vez que presentan un consejo de…
Por ejemplo : quítale la piel a ese de “precaución bancos de niebla”. Y piensa en todas esas cajas de ahorro que han amamantado el ladrillo de la tierra, que han financiado caprichitos locales, la bisutería del poder. Y piensa en los bancos más grandes que han comprado chucherías financieras al tipo que tu madre siempre te enseñó a evitar, al que te decía que debajo del abrigo tenía la rentabilidad más grande y que te la enseñaba sólo si le pagabas bien por ella. Piensa en ello y vuelve a leer el texto. ¿Ves? Ahora la frase tiene otro sabor, es más jugosa, alimenta. Se la doy a la planta.
Y se la come de un bocado.
Hago lo mismo con todas las frases, pero no doy más detalles porque saldría un post largo y ya sabemos que el músculo de la atención lo tenemos atrofiados todos los que nos movemos por Internet. Usad la imaginación y terminad el cuento vosotros mismos.
Yo os diré que, cuando cincuenta minutos más tarde, llegué al trabajo, la paciencia ya no cabe en su tiesto.
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