sábado, 26 de febrero de 2011

Delfines



Delfines. Hago los deberes con mis hijos. Hoy tienen que escribir algo interesante sobre los delfines, así que echo mano del libro "El mundo de los animales", de Desmond Morris, y empiezo a leerles el capítulo dedicado a ellos, que va desde la página 171 a 177.

Podría haber ido a la wikipedia y leerles la pantalla, pero eso sería como ofrecerles unas empanadillas congeladas en vez de hacérselas yo mismo. Sé que en el futuro ellos no lo verán así, pero para mí la diferencia entre la hoja de papel y la pantalla, me doy cuenta en este momento, es un tema de credibilidad. Me siento mejor con un libro en las manos, contándoles que :

-Los delfines pueden nadar a treinta kilómetros por hora.
-Las crías pasan muchos años con su madre, estirando bastante la infancia.
-Siempre van de pesca en manada.
-Se ayudan los unos a los otros y si uno no puede respirar, le empujan hasta la superficie para que pueda hacerlo.
-Juegan mucho entre ellos para descubrir las diferentes habilidades de cada uno.
-Utilizan sus grandes saltos para ver si hay aves marinas que indiquen dónde hay peces.
-La mayoría de los peces son áfonos, pero los delfines pueden emitir chirridos, gorjeos, trinos y casteñeos.
-A pesar de las apariencias, no tienen un verdadero lenguaje.
-Los delfines no sonríen : un delfín moribundo o con un gran dolor, mantendrá ese gesto fijo que les hace tan simpáticos.
-Cuando comen, en vez de sentirse soñolientos, se ponen de buen humor y les entran ganas de jugar.

No les leo el último párrafo, en el que se cuenta que los pescadores de Turquía matan más de 100.000 cada año para comer. Cierro el libro. No hay ni vínculos, ni información adicional, ni comentarios de otros lectores. Es algo definitivo y compacto. Hace bien volver a encontrarse cosas así.

Más tarde leo lo que escriben en sus hojas. Supongo que el intercambio de información es normal en dos mellizos.

El resumen de él :


El resumen de ella :

No hay comentarios:

Publicar un comentario