martes, 22 de febrero de 2011

Tortilla francesa para dos niños

Voy a compartir con vosotros la receta de la tortilla francesa para la cena de dos niños..

Ingredientes :

-Dos niños.
-Una sartén con un mango que no queme.
-Tres huevos impares.
-Las ocho de la noche.
-Un tarro de sal lleno hasta la mitad.
-Una bolsa de basura con residuos higiénicos.
-El mando de la televisión.
-Una copita de vino (bueno, una copa de vino).
-El reloj de pulsera.
-Un cuenco de plástico.

Perfecto. Ahora, la receta :

Se mete a los dos niños en el baño para que se les remojen los churretones y se deja la puerta medio abierta, medio cerrada (para oírles si pasa algo, para no escucharles si no pasa nada). Después, te quitas el reloj de la muñeca como diciendo : “Bueno, ahora me relajo”. Te relajas. Te pones una copa de vino de la botella que lleva abierta desde el domingo. Lo pruebas y te dices “Joé, se nota que lleva abierta desde el domingo”. Pero no importa. Qué va a importar. Coges tres huevos, compruebas que son impares y los dejas en la encimera. Aprovechas que los huevos están entretenidos entre sí y, sin avisar, los rompes y viertes su contenido en el cuenco de plástico repasando los afluentes del Guadiana para así evitar que la conciencia se dé cuenta de lo que estás haciendo. La conciencia va a lo suyo. Para eliminar cualquier rastro del huevicidio, tiras las cáscaras a la bolsa de basura con residuos higiénicos. Bates. Bates. Bates. Que se note que tu mano derecha tiene más práctica que la izquierda en esto del batir. Otro sorbo de vino. “Joé, se nota que lleva abierta desde el domingo”. Echas la mezcla en la sartén y esperas hasta que cuaje. Miras el reloj. “¡Ya son las ocho de la tarde!”. Es importante que se noten las exclamaciones. Una al principio y otra al final. Miras el tarro de sal y te dices : “Se me ha olvidado echar la sal”. Te corriges : “No, no me he olvidado, que la sal mata el corazón”. Coges el mando de la tele, pones Boing, o Clan o Disney Channel y les gritas para saber si ya se han terminado de frotar. Si dicen que sí, les gritas que se sequen y se den la crema. Si dicen que no, les gritas lo mismo. Sirves la tortilla. Compruebas que todo está en orden y, antes de que lleguen, cambias a la 1 para ver cómo va el Olympique de Lyon-Real Madrid. Si oyes que se acercan, vuelves a cambiar.

2 comentarios:

  1. Como en toda buena receta nos faltan ver unas fotos: del cadaver de los huevos, de la botella de vino añejo, del marginado tarro de sal y por supuesto, del resultado.

    ResponderEliminar
  2. Sé bueno: hazla con una lonchita de jamón york cortadita en pedazos. Y sírvela cuando estén a la mesa, para que no encoja y esté calentita...

    ResponderEliminar