miércoles, 9 de marzo de 2011

La lección de Christopher Langan


¿Quién es este hombre?

Os doy diez datos para que ahorremos energía y así nuestro ministro de Industria no tenga que reducir la velocidad de Internet.

1-Se llama Christopher Langan

2-Fue el mayor de cuatro hijos, cada uno de un padre diferente. Su primer padre desapareció antes de que él naciera, el segundo fue asesinado, el tercero se suicidó, al cuarto lo echó Chris de casa, con sólo catorce años, después de darle una paliza.

3-Se matriculó en el Reeds College y lo abandonó. Se matriculó en la Universidad de Montana y la dejó.

5-Después trabajó en la construcción, en un barco marisquero, como obrero fabril y administrativo de segunda.

6-La mayor parte de su vida adulta la ha pasado como portero en un bar de Long Island.

7-Actualmente vive en una granja de Missouri de cría caballar.

8-A los seis meses ya hablaba. A los tres aprendió a leer él solo viendo la televisión. A los dieciséis leía a Bertrand Russell. En el instituto dedicaba una hora a estudiar matemáticas, otra al francés, otra al ruso, después a la filosofía. Trabaja en un “Modelo Teórico Cognoscitivo del Universo”. No ha conseguido que le publiquen prácticamente nada. No ha dado conferencias. No dirige ningún seminario. Las Universidades no se interesan por él.

9-Tiene un coeficiente intelectual de 195. El de Einstein era de 150

10-El de Shakira, de 140.

Bueno. Supongo que el nombre de Chris Langan aparecerá en muchos cursos de coaching porque lo está pidiendo a gritos. Lo que os dirán es lo primero que uno piensa al leer estos datos. Como veis, os he dado un curso gratis aunque sin un break para tomarte un café de termo y unos croasanes de Mallorca. Todo no puede ser.

Lo de break debería ir en comillas, pero no me gustan las comillas

Ahora que ya se han ido los del curso de coaching, con las sillas desordenadas, las bandejas casi vacías (queda un croasán que probó una rubia con tacones y que dejó, tal vez por mala conciencia) y los termos vacíos, vuelvo sobre Chris Lagan. Hacéis una pelota con lo que habíais pensado antes y la tiráis a la basura.

Así.

¿Y qué queda? Queda un personaje al que uno le haría mil preguntas porque de su vida cuelgan más interrogantes que perchas en los armarios de Paris Hilton. A veces el fracaso es más interesante. De donde los demás sacan una lección (su lección), puede nacer una buena historia. Empezando, por ejemplo, por el concepto mismo de fracaso, con el que quizás Chris no esté de acuerdo.

Y dos preguntas más, importantes, antes de que lleguemos al sótano de este post. ¿Puede una historia como la vida de Langan ser buena sin enseñarnos nada? ¿Podemos reconocer su interés sin necesidad de que alguien nos diga eso de “la lección que se desprende de esto es…”? Mi intuición, que nace de las tripas, es que sí, dado el recelo que me provoca el uso que hacen algunos de este tipo de historias. Es más, me molesta que le pongan el collar de lo pedagógico a algo que, bien analizado, se basa en una interpretación parcial y de la que no se tiene toda la información relevante, porque es probable que el propio narrador no sepa por qué pasaron las cosas así y él mismo no incluya los puntos fundamentales. Pero es sólo una intuición.

Frente a lo anterior, se puede razonar que toda narración necesita de un argumento y una trama. Sin argumento, tenemos un flan, sin trama, un ladrillo.Y para pasar del argumento a la lección sólo habría que dar un pequeño salto. Es algo que acepto, pero creo que no sería difícil encontrar dos novelas que puedan convencerte con argumentos opuestos. Con lo que el paso del argumento a la lección no estaría tan claro. Sería una lección parcial, abierta a su contraria, con lo que serviría bien poco como lección. Además, no es lo mismo construir una historia de la nada que traérsela de la realidad, con los problemas que se han mencionado en el párrafo anterior

Quizás es que estemos muy influidos por los cuentos infantiles, en los que esa lección era evidente : no abras la puerta al lobo, tómate tu tiempo en construir tu casa, todo llega si sabes esperar…ese tipo de cosas. Y así, en vez de madurar para estar al nivel de las buenas historias, queremos reducirlas al nivel de cuentos para adultos, con las mismas guías amplias, generales y aparentemente firmes que los infantiles. Unas guías que siempre nos dicen lo que queremos oír : que el universo nos dará lo que le pidamos, por ejemplo.

Un gran tema que desarrollaría si los de la Fullbright me financiaran un par de años. O uno, venga. En lo que llega el dinero, os dejo las preguntas (las preguntas son baratas, las respuestas algo más caras), me como el croasán que queda y me marcho a ver algún episodio de Mad Men o algún gol de Raúl, lo que primero caiga.

4 comentarios:

  1. Amigo es lo que hay...es mas fácil pensar y decidir que el "Universo" nos proporcionará lo que necesitemos, ¿qué universo? ¡Ah! ese es el problema... "Saludos" entre comillas, porque en realidad yo te daría un abrazo y un beso, este post es genial.

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  2. ¡Qué cosas te encuentras por ahí! Menos mal que en mi retiro invernal tengo tiempo para perderme en internet... Sí, lo llaman hibernar, pero eso es porque nadie se interesa por nosotras en esta época. La verdad, no hago otra cosa. Antes leía, pero la modernidad me ha transformado.
    Por cierto, yo sí que podría dar un curso de coaching. O, por lo menos, servir de ejemplo. De hecho, estoy pensando en el libro, y llevarme yo el dinero...

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  3. 11.- Algo de prensa donde han aparecido artículos sobre él: Esquire, Popular Science, The Times, Newsday, Muscle & Fitness.

    Si Leonardo hubiera vivido lo que Langan, puede que también hubiera aparecido en Muscle & Fitness. O en El Caso.

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  4. Muy interesante la historia y enhorabuena por el blog, yo creo que no hay que obsesionarse con encontrar una vertiente utilitarista en todo, y sobre todo simple y llanamente exponer los hechos para que cada cual destile sus propias conclusiones. Y si no las encontramos, pues preguntamos y ya está.

    Si este Sr. es feliz con su rancho, su esposa, sus caballos, sus pensamientos, sus experimentos... justifica más que de sobra su inteligencia, pues cuanta gente poderosa y rica es infeliz verdad?

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