Esta es la lista. El orden es un tanto aleatorio porque me parecía mucho esfuerzo (para lo mal pagado que está esto) poner a estos diez libros en fila del más alto al más bajo. A todos los quiero por igual.
1-"Inquietud en el paraíso" - Óscar Esquivias
2-"Bajo los vientos de Neptuno" - Fred Vargas
3-"Vida y opiniones de Juan Mal-herido" - Alberto Olmos (Ed.)
4-"La lluvia antes de caer" - Jonathan Coe
5-"Un peso en el mundo" - José María Guelbenzu
6-"Historias de Roma" - Enric González
7-"Maigret y los ancianos" - Simenon
8-"Matar un ruiseñor" - Harper Lee
9-"Hacia la boda" - John Berger
10-"Bueyes y rosas dormían" - Cristina Sánchez-Andrade
Aquí os dejo algunos textos de esta selección:
"-Sin efusión de sangre no hay redención y vosotros, como buenos seminaristas, luchabais por la salvación de España y del cristianismo; estabais dispuestos a dejar la vida en ello y llegasteis hasta el sacrificio último. Vosotros sois los macabeos que trocasteis gustosos el bonete por el gorro militar y, con vuestro fusil y vuestro corazón rebosante de ideales, saltasteis desde los umbrales del santuario a las avanzadas de las trincheras. Habéis demostrado ser santos y héroes. Me siento, y conmigo España entera, muy orgulloso de vosotros, mis macabeos.
El general Mola susurró al oído de Dávila:
-¿Miró usted lo que hicieron los macabeos? Este hombre se lo aplica a todo el mundo, desde un general a un soldadito. Me estoy empezando a escamar.
Dávila negó con la cabeza.
-Quiero un informe hoy mismo en mi despacho – ordenó Mola."
"Inquietud en el Paraíso" - Óscar Esquivias - Página 338
-No lo había visto de ese modo.
-Claro que sí, de lo contrario acabas aburriéndote. No podemos estar haciendo siempre pasta con jamón. ¿No tiene la menor idea de si fue él o si fue usted?”
“Bajo los vientos de Neptuno” – Fred Vargas - Página 332
El libro nuevo nos permite estar ahí, donde están pasando las cosas; su tinta fresca es sangre frente al formol de los clásicos; sus autores son tipos que cruzan a veces una calle que nosotros hemos cruzado, que han visto las mismas películas y han comprado en el mismo supermercado. Eso no los hace mejores, pero los hace nuestros. Shakespeare ya es de todos, pero Pilar Adón o Javier Calvo son nuestra responsabilidad, y por eso leerlos, leer novedades, preferir a cualquiera que ahora teclea a uno que movió la pluma genialmente, es un acto de hermanamiento, una señal de vida, un proceso necesario para la literatura y, sobre todo, la impugnación de una jerarquía: lo mejor no es siempre lo que me hace feliz.”
“En general no me gustan las fotos de ocasiones señaladas. Son aún más engañosas de lo normal. La foto siguiente (la número once de la serie, creo) es un buen ejemplo de eso, porque a pesar de que parece captar una situación con total fidelidad, la verdad es que no da ni una pista sobre lo que se les pasaba por la cabeza a las personas que estaban allí. Se podría decir que hay una interpretación “oficial” de la foto, y escondida detrás, la auténtica versión no oficial. Por un lado, es la fotografía de la ceremonia de licenciatura de Rebecca; y por el otro, es una foto de Rebecca y yo pocas horas después de nuestra primera pelea seria”
“La lluvia antes de caer”-Jonathan Coe – Página 122
“A veces, la inteligencia nos lleva a situaciones que, por ella misma, no podemos dejar de ver. Pero también sucede que no deseamos verlas porque nos conducen a conflictos que no nos gustan. Entonces, algo dentro de nosotros actúa y desactivamos, de una manera defensivamente inconsciente, una zona del mecanismo de acción de la inteligencia. Con eso queda bloqueado el acceso a la zona de peligro. El resultado es extraordinario: no llegamos a ella, con lo que estamos protegidos y, al mismo tiempo, seguimos operando con la ilusión de que no renunciamos a la propia inteigencia”
“Un peso en el mundo” – José María Guelbenzu – Página 210
“Luego las cosas son como son, y Berlusconi es como es. Su mensaje político es pura fantasía, un cóctel de mesianismo, victimismo y farsa con los que comparece ante los ciudadanos (con bastante éxito) como “ungido del Señor” y “simple hombre de la calle acosado por los poderes fácticos”. Estas dos frases entrecomilladas han sido dichas por el propio Berlusconi. Tal vez resulte útil caricaturizar su discurso para comprender su esencia. En una ocasión, confeccioné para una revista un monólogo berlusconiano construido, por completo con frases literales. Lo reproduzco a continuación , y juro que cada una de las palabras y de las frases ha sido pronunciada por Il Cavaliere :
“Quiero empezar saludando a los asistentes a esta Cumbre contra el Hambre, y muy especialmente a las bellísimas delegadas. Soy el ungido del Señor. Cargo con la cruz, aunque no me gusta mucho hacerlo. Y cada año practico un retiro espiritual, en las Bermudas. El referéndum, sépanlo, será un juicio de Dios. Y beberé el amargo cáliz de volver a gobernar. Vivo bajo el terror de un Estado policial. Acusarme a mí de corrupción es como acusar a la Madre Teresa de Calcuta. También Jesús fue traicionado, y yo no soy mejor que Jesús. Por supuesto, soy éticamente superior a cualquier otro político europeo. Estoy en contacto permanente con la Divinidad. He escrito las tablas de la ley, como Napoleón o Justiniano. A veces noto que me asalta un complejo de superioridad, pero entonces me digo : menos mal que soy yo. Soy el único italiano que escribe sambas en napolitano. Soy pobre. Mis hijos lloran. Me han envenenado con armas bacteriológicas. Nunca salgo en televisión. Mi vida está llena de sacrificios. ¿Saben que Margarte Thatcher me dijo que habríamos hecho una gran pareja?”
“Historias de Roma”- Enric González – Página 62
"Four days ago – on the 21st – I finished a novel, number hundred-eighty-something, that I had wanted to be easy. Now on the first day I started to write, towards the 9th or 10th page, I'd had the sensation that it would be futile to go on to the end, that it would never come to life.
I was alone, as always when I write, in my office with the curtains closed. I walked around the room five or six times, and if it hadn't had a sort of humanness, I would have torn up those few pages and waited a few days to begin a different novel.
This happens two or three times a year. This particular time, I was moved to tears. Then, without too much confidence, I returned to my machine. I think it may be the best of the Maigrets. I'll know when I start editing. Since the Cannes Festival, I've wanted to write a novel filled with sun and tenderness. I had one in my head, for which the characters, the setting, were ready. Of that, I've only written three pages. It wasn't a Maigret. The main characters were in their 30s. I realized later that in "Maigret in Society", which in a sense replaced the abandoned novel, I expressed the same tenderness, put in as well the sun, but with characters who were all between 65 and 85."
Simenon sobre “Maigret y los viejos”
“La señorita Maudie odiaba su casa; consideraba el tiempo que pasaba dentro de ella tiempo perdido. Era viuda, y trabajaba en sus parterres tocada con su viejo sombrero de paja y vestida con su mono de hombre, pero después del baño de las cinco aparecía en el porche y reinaba sobre toda la calle con el magisterio de su belleza.
Amaba todo cuanto crece en esta tierra de Dios, hasta las malas hierbas. Con una excepción. Si encontraba una juncia en el jardín, la rociaba de una sustancia venenosa que, según ella, podía matarnos a todos si no nos apartábamos de allí.
-¿Por qué sencillamente no la arranca? – le pregunté después de presenciar una prolongada batalla contra un tallo que no tenía más de diez centímetros de altura.
-¿Arrancarla? – Levantó las dobladas espiguillas y apretó el diminuto tallo -. Diablos. Cuando llega el otoño, el viento desparrama las semillas por todo el condado de Maycomb. – Por el tono de su voz, la señorita Maudie asimilaba aquel hecho a una peste del Antiguo Testamento.
Para ser un habitante de Maycomb tenía un modo de hablar particularmente vivaz. Nos llamaba a todos por nuestros nombres, y al sonreír dejaba al descubierto dos diminutas abrazaderas de oro sujetas a sus caninos. Cuando expresé la admiración que me acusaban la esperanza de que con el tiempo yo también llevara unas iguales, me dijo :
-Mira. – Y con un chasquido de la lengua hizo salir el puente, un gesto cordial que afirmó nuestra amistad”
"Un tordo se ha puesto a cantar en la acacia. El canto de los pájaros es lo que mejor me recuerda cómo eran las cosas. ¿Verdad que los tordos dan la impresión de que acaban de restregarse en el polvo? Y los mirlos, con esas brillantes plumas negras, parece que acaban de salir de un estanque; pero cuando abren el pico, es todo lo contrario. El canto del mirlo es seco. Y el tordo canta como un superviviente, como un nadador que, habiendo conseguido cruzar las aguas y ponerse a salvo en la otra orilla de la noche, ha volado hasta el árbol para sacudirse el agua de la rabadilla y anunciar: ¡Aquí estoy!”
“Hacia la boda” – John Berger – Página 49
“Bueyes y rosas dormían” – Cristina Sánchez-Andrade – Página 141
No hay comentarios:
Publicar un comentario