No temáis a los sulfitos

Como dicen que el dinero tiene miedo, este sábado nos quedamos en casa a comer.

Billete de cinco euros : Yo no tengo miedo.

Bueno, es una forma de hablar. No está bien eso de atribuirle a objetos inanimados características nuestras, pero es que así nos entendemos todos. En vez de reconocer que los que empezamos a estar asustados somos nosotros, le echamos la culpa al dinero, que es una forma de mantener la distancia entre el nivel del agua y nosotros cuando el piso se está inundando.

Preparo una tortilla de patata y abrimos una botella de Finca Antigua Syrah 2008, ese año en el que la crisis la veían todos menos nuestro presidente, que iba más allá, a los campos de brotes verdes que están justo detrás de Julie Andrews. La escena tiene algo de campestre, de vuelta a lo rural, ahora que lo pienso. Será tal vez una sugerencia del inconsciente que nos quiere señalar el camino : criar unas gallinas en el dormitorio, cultivar unos tomates en el cuarto de los niños y cambiar bombillas por velas.

Sigo mi costumbre de leer las etiquetas de las botellas. Esta es bastante escueta pero, no sé por qué, incluye en mensaje "Contiene sulfitos" en varios idiomas :

-Contains sulphites

-Enthalt Sulfite

-Indeholder Sulfiter

-Sisaltaa Sulfilitia

-Innehaller Sulfit

-Contiene Solfiti

-Satur Sulfiti,

-Bevat Sulfieten

-Obsahuje Sincitany

-Sudetye yra Sulfitai

Y me entra el miedo a los sulfitos. Veo que se trata de tenerle miedo a algo y que, calmado el tema económico con esta comida, el cerebro busca algo con lo que entretenerse. Si lo ponen en tantos idiomas es que no deben ser buenos los sulfitos. Acudo rápidamente a wikipedia y lo que leo me calma :

"Los sulfitos son las sales o ésteres del hipotético ácido sulfuroso. Se forman al poner en contacto el óxido de azufre con disoluciones alcalinas."

¡Ah!. No entiendo nada pero me quedo más tranquilo. Como cuando leo un buen artículo sobre los planes de Europa para rescatar países que no necesitan ser rescatados.