lunes, 28 de enero de 2013

Cómo hipnotizar a una gallina



Cómo hipnotizar a una gallina : Esto también es madurar : descubrir lo poco que tiene que prepararse la tentación para presentarse ante ti, como si se limitara a hacer la ronda y colocara una equis junto a tu nombre, igual que en esos controles de desinsectación que se muestran en los cuartos de baño. Qué previsible soy. ¿Y para qué más, si sólo hay que verme ahí antes de irme a la cama, mirando al trozo de tarta sin decidirme, como una gallina a la que hubieran dibujado un círculo blanco, de nata, alrededor? Pasa el tiempo y los pros y los contras pesan exactamente igual. Comérmela a mordiscos, como un depredador ante una presa. Luego, la traducción a minutos en la cinta de correr de ese festín. El mordisco que me deja la boca cubierta de chocolate. El sudor que tiene que empieza a caer por la frete. El puro placer. La culpa perfecta. Va a amanecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario