martes, 22 de enero de 2013

Faulkner para niños




Faulkner para niños : Apenas tenemos tiempo para estar juntos por la tarde y la lista de los temas pendientes es amplia : mochilas, deberes, baños, cena. Hacemos las cosas deprisa, saltando de una a otra, e imaginando de vez en cuando cómo sería todo si saliéramos de trabajar a las tres de la tarde : un lujo.  Hubo un tiempo en el que nos quejábamos, pero el alivio duraba poco y nos dejaba de mal humor.

El buen humor es importante. A veces hasta consigue que en una hora quepan sesenta y cinco o sesenta y seis minutos.

Esta noche, por ejemplo, les ponemos sopa de letras para cenar porque el viernes tienen examen de lengua (Aquí recuperamos esos cinco o seis minutos extras). Con un poco de tiempo más, habría preparado una sopa con un texto de Faulkner y otra con un párrafo del Mío Cid. Habría sido una tarde interesante, ejercitando la paciencia como cuando de pequeño ayudaba a quitar una a una las lentejas malas del barreño en el que las volcaban. 

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