Mi
perro del domingo por la mañana : Pero el domingo dejo que sea la cámara la que
se mueva por donde quiera, que yo la sigo pacientemente. Para eso está el
domingo. Si ella se para, yo me paro. Si ella quiere acercarse al pie de una
puerta, yo me agacho y espero hasta que se decide. A veces hace la foto. A
veces no. Y seguimos por Chueca, fijándonos en todo aquello para lo que no hay
tiempo el resto de la semana. El candado de una puerta : pues el candado de una
puerta. El croasán del desayuno en In Panis : pues el croasán del desayuno.
Este ejercicio de seguirla sin juzgar el resultado, sin considerar si lo que
hay delante justifica una foto, me relaja. Un charco en el que vibra la imagen
por el viento. Unas bolsas de tiendas de ropa vacías junto a una farola. Tres
cañerías de tonos distintos. Ella olfatea y yo me detengo a seguir el rastro. Hay que
aprovechar antes de que todo lo que se ofrece vuelva a ocultarse.
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