Se habla de fiesta de la democracia, pero realmente, viendo la mesa llena de papeletas, pienso que esto es un buffet. El que lo quiera ver como un menú de primero, segundo y postre se perderá la riqueza que se ofrece.
La gente parece haber aprovechado la jornada de reflexión. Vienen sin ninguna duda encima, con el cerebro bien planchado. Toman su opción y la guardan en el sobre con cierta urgencia, como si el valor de un voto dependiera del tiempo que lleve en la urna. Votos de roble, crianza y reserva.
Yo sí tengo alguna duda. En los bolsillos siempre queda algo de arena. Por eso me detengo en todas las opciones políticas pensando en cómo serían las cosas si alguna ganara. Dudo, sí, pero mantengo el gesto del que tiene las ideas muy claras para que el policía de la puerta no se me acerque.
-Usted, caballero, no ha reflexionado lo suficiente. Vuelva a casa y dedíquele un tiempo, hágame el favor.
Pongo cara de Mou y camino con las manos en los bolsillos alrededor de la mesa. ¿Y quién habla todavía de bipartidismo? ¿Quién dice que la democracia está secuestrada?. Si no quieres carne o pescado, hay otras opciones :
-Unión por Leganés. (ULEG)
-Partido de los mayores y autónomos. (PDMA)
-Partido humanista. (PH)
-Familia y Vida. (PFV)
-Por un mundo más justo. (PUM+J)
-Partido antitaurino contra el maltrato animal. (PACMA)
-Partido de fumadores españoles. (PARFE)
-Regeneración. (REG)
Y mis favoritos :
-Partido pirata. (PIRATA)
-Ciudadanos en blanco. (CENB)
Le comento a Daniel lo del partido pirata y me mira sorprendido.
-¿Les has votado?
-No.
-Ciudadanos en blanco. (CENB)
Si le preguntara a Daniel, que está a mi lado, a quién votaría, creo que el partido pirata se llevaba mi voto. Pero tengo que reconocer que, de todos, el de ciudadanos en blanco es el que más me gusta. Parece el título de un cuento de Phillip K. Dick. El nombre es importante : Un amigo americano se hizo del Hércules cuando vino a España porque le gustaba el nombre. Lo sorprendente es que, años después, sigue siendo del Hércules.
-El único que le ha ganado al Barça en su campo – me recuerda, que es su forma elegante de decir – A nosotros no nos metieron cinco goles
Así que me debato entre el voto útil y el voto del “a ver qué pasa”. La diferencia entre uno y otro es que con el primero ganas en seguridad lo que pierdes de parte lúdica, mientras que con el segundo tendrías el miedo de saber que unos quinceañeros pilotan un avión con un cargamenteo de cinco millones de parados, sí, pero precisamente por eso estarías atento, escucharías sus palabras y de vez en cuando te asomarías a la cabina para saber si están vigilando las indicaciones o viendo Fast & Furious 5
No le echo más emoción al tema : acabo eligiendo lo más parecido al voto útil que encuentro con una pequeña dosis del “a ver qué pasa”.
La gente usa la urna como reflejo de la democracia. Para mí, la mejor definición de este sistema es esta mesa, en la que todas las opciones, hasta las más estúpidas, tienen las mismas papeletas que las demás. No son como esas bandejas de pasteles en las que, si te descuidas, te meten la mitad de batata, la otra mitad de cabellos de ángel y, para disimular, añaden algunos de chocolate, crema y café. Los pasteles de cabello de ángel son como los cangrejos de las paellas de menú : nadie se los come.
Le comento a Daniel lo del partido pirata y me mira sorprendido.
-¿Les has votado?
-No.
-¡No!
Al tiempo.
Está decepcionado, como si no hubiera mejor opción. Estos tipos no son tontos y, por lo que veo en sus apellidos, es gente que sabe de qué va eso de navegar : Hay un Manzanares y una del Mar y un Bergantiños y un Galera. Seguro que se quedan en el inconsciente de los enanos y cuando crezcan, por una cuestión sentimental, elegirán esa papeleta que en su momento no pudieron utilizar.
Al tiempo.
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