Desde Octubre del año pasado, en El Cultural, el suplemento de El Mundo, Montero Glez conduce un concurso de microrrelatos. Cada semana se propone un tema con la condición de que las historias presentadas no sobrepasen los 140 caracteres y los lunes se publican las finalistas.
De las diez que escribo, mando las siete primeras. A la final no pasa ninguna.
1-No era tan torpe. Cada vez que la veía agacharse, en su marcador particular los goles subían de dos en dos.
2-No era tan distinto. También a él le gustaba el futbolín, aunque fuera para pintarles el uniforme y repasarles el pelo con un rotulador.
3-Vio a su ídolo, ya retirado, jugar al futbolín en un anuncio de cervezas. Esa tarde no se puso su camiseta en el partido con los amigos.
4-Lo primero que hizo al dejar los hábitos fue montar un futbolín con las figuras del Belén.
5-Reventaron las tragaperras. Al ver el futbolín, los bolsillos llenos de monedas, empezaron a jugar. No se detuvieron ni al escuchar sirenas.
6-Dedicó varios años a escribir una tesis sobre el futbolín como metáfora de nuestra sociedad sin haber jugado nunca.
7-El capitán se asomó a las tripas del barco. Todos empujaban, atados a los remos, con una pelota escondida a los pies. Brasil como destino.
8-De la madera del poste salían los mejores porteros.
9-En el asador, les ponía nombre a los pollos y los colocaba en las barras según la alineación que tenía en la cabeza.
10- Si hubiera visto que en ese futbolín todos los jugadores estaban desnudos, se habría ahorrado ese comentario que le mandó al hospital.
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