1.
“En una atmósfera delimitada por la inutilidad del lenguaje, la perspectiva cenital sobre la enigmática imagen de cabezas sin rostro de hombres mayores, sentados, cuya dominante sobreexposición se completa con sonidos inarticulados, en apariencia inocuo aunque agudamente crítico, pone en entredicho el sistema patriarcal de reglas y gira en torno a la representación del poder, en un intento de evidenciar la tensión entre la simbología del gesto artístico y la rigidez del estado mental. De este modo, Hombres sentados parece reivindicar la visibilidad y la autonomía de una imagen-escultura que, paradójicamente, cuestiona los límites de la autoridad a la vez que apunta al mismísimo núcleo de su motor, la inamovilidad del cerebro”
Marko Stamenkovic (De la hoja de la exposición)
2.
-Abuelo, que le voy a grabar con la cámara.
-Pero Federico, hijo, con esta cara.
-No importa, si es desde arriba. Espere, que me subo a la silla. Ya.
-¿Ya?-Sí, abuelo, le estoy filmando.
-¿Y esto?
-Vamos a hacer un poco de arte. Pero no hable, abuelo.
-¿Y qué hago?
-Gritar. Grite abuelo, grite.
-¿Gritar?
-Sí, abuelo, grite. Así, perfecto. Aguante un minuto. Así.
-(Grita)
-Muy bien.
-¿Pero qué vas a hacer con esto?
3.
4.
5.
¿Y esto? - pensamos los dos.
6.
-¿Pero qué vas a hacer con esto?
-Voy a ver si lo expongo.
-Pero hijo, a mí me parece que…
-Esa es la idea.
-Pero esto…esto…
7.
Alejandro López-Finisterre (Del futuro catálogo de la exposición)
8.
9.
10.
3.
Me acerco al guarda para preguntarle por dónde se entra a ver las exposiciones del Matadero.
-Hoy es el día de la música y de las tres sólo han dejado una. De todas maneras, hasta las once no abren la puerta, la que está aquí al lado.
Todas las cafeterías están cerradas por la plaza de Legazpi. En las paradas de autobús hay gente sentada con el gesto del que no espera el autobús, sino algo diferente que no parece que vaya a pasar por ahí.
Nos metemos en la cafetería de la gasolinera a tomarnos dos cortados mientras esperamos a que abran las puertas del Matadero.
-Tengo gatitos de un mes. ¿Queréis uno? – nos ofrece uno de los empleados - ¿No? ¿Seguro?
4.
La exposición que han dejado abierta es “Hombres sentados”, de Carlos Rodríguez-Méndez. En una sala prácticamente a oscuras, se proyectan dos videos. En los dos aparece una imagen cenital de la cabeza de personas mayores. Lo único que se escucha es el grito que acompaña a cada escena.
5.
¿Y esto? - pensamos los dos.
6.
-¿Pero qué vas a hacer con esto?
-Voy a ver si lo expongo.
-Pero hijo, a mí me parece que…
-Nada, abuelo, nada, que una vez vi algo parecido en el Matadero. Se llamaba “Hombres sentados”. Ahora que he visto que puedo hacer lo mismo, creo que voy a desarrollar ese concepto. Le voy a pedir que se beba un vaso de leche y que recite algún texto de su época del colegio.
-Pero se me va a caer todo de la boca.-Esa es la idea.
-Pero esto…esto…
-Cuando esté listo, le ponemos un buen texto. Un buen texto es fundamental para aclararles las cosas a los visitantes, que no se enteran de nada. Qué lata de público.
-¿Y eso?-Que es una lástima tener que depender del público. El público limita el arte. Perfecto. Voy a por la fregona para limpiar el suelo. Ahora a ver si le pido un texto al Alex, que se le da bien esto de escribir
7.
“En la obra de F.G.S. se percibe la tensión subyacente a todo proceso de tratamiento de la memoria. Por un lado está aquello que el entorno, económico y social, acepta como válido y, enfrente, la parte personal, reducida en muchos casos a una forma de nostalgia en la que el yo no puede encontrar una referencia histórica. Esa lucha, en la mayoría de los casos ajena al propio sujeto, es fuente de una tensión permanente que acaba modulando al individuo que, para sobrevivir, tiene que abandonar el pasado. En su obra “Hombres vomitando el pasado”, F.G.S. dota de significado, a través de un ejercicio aparentemente inocente, a hechos cotidianos a través de un uso alternativo de los objetos y de los actos comunes. En la serie, la acertada mezcla de la leche con las palabras, genera un nuevo campo de significado : la palabra, sin forma ni color, se convierte en un flujo blanco y desbordante que, roto ese dique del entorno social, se vuelve nutritiva, violenta, próxima, alimentando así a una memoria acuosa, fértil, rejuvenecida. F.G.S. vuelve con esta serie a los elementos que ya ha usado con éxito en otras exposiciones : los abuelos, la leche (desnatada) y las sillas en las que se sientan los abuelos."
Alejandro López-Finisterre (Del futuro catálogo de la exposición)
8.
Salimos del Matadero con la sensación de haber perdido la mañana. Photoespaña lleva ya unos años de capa caída. Ya no hay exposiciones ni el Price, ni en la sede del BBVA, ni en la del Canal de Santa Engracia, ni en el NH, ni en Telefónica...
9.
La verdad es que me hubiera gustado decirle al hombre de los gatos que sí.
10.
Una papelera. Hay que ser limpio.
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