Elegir entre Burguer y Mac Donald´s tiene poco emoción, como apoyar al PP o al PSOE en el tema de la reforma de la Constitución. Al final, todo depende del regalo que den y esta vez son los de Mac Donadl´s los que se llevan el gato al agua (frase que no esconde ningún doble sentido porque está demostrado que la carne que sirven es de primera calidad) porque regalan figuras de Los Pitufos.
La mujer que me atiende niega con la cabeza cuando le pido que me de dos pitufos diferentes.
-Es la promoción, cariño – me dice.
Frase que me para los pies en seco. Ya no insisto y, para disimular, veo un partido entre el Deportivo y el Hércules. Creo. La verdad es que no le presto mucha atención. Ya digo que es para disimular.
-¿Salsa barbacoa y kétchup?
-Pues sí.
Guarda todo el pedido (Una hamburguesa infantil, servilletas, dos zumos de manzana, un wrap, una caja de nuggets, dos actimeles, dos raciones de patatas fritas, cinco sobres de kétchup, salsa barbacoa y una hamburguesa con queso) en una bolsa de papel con una profesionalidad admirable y me la tiende.
Al llegar, a casa los enanos descubren que les ha tocado el pitufo gruñón. No me extraña. Metidos en una situación como ésta, creo que el único pitufo que van a repartir, semana tras semana, es el gruñón, para que así los niños se vayan haciendo una idea de la que está por caer.
Es cuestión de tiempo que todos acabemos como él.
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