jueves, 8 de septiembre de 2011

Tú escribe, que ellos cobran.


Después de cenar con mi madre me paso por el Vips de Velázquez porque, como no puede ser de otra manera, ahí tienen muchos libros de arte. Está bien lo de pasearse entre libros de fotografía y de pintura sin nadie que te meta prisa. A veces encuentro una oferta, pero esta noche no tengo suerte. El arte es muy bonito, pero es caro. Bífidus para todos.

El arte no es caro.

Me compro a la una, a las dos, a las tres, un libro en edición de bolsillo del que ya había leído alguna crítica.

El arte es caro, lo he pensado mejor, el arte sí es caro.

El pescado también.

Y además comprar pescado es divertido porque puedes decir :

-Quiero palometa

o

-Quiero japuta.

Jajajajaja. Comprar pescado es la monda.

(Silencio)

El libro es “Numerati”, de Stephen Baker. Llama Numerati a una nueva mafia matemática que se dedica a obtener información de todos los datos que dejamos a lo largo del día. Hagas lo que hagas, siempre queda un rastro del que se alimentan los matemáticos.

Pabernosmatao. Tú. Como te lo digo.

¿Y quién retransmitirá las uvas este año?

El libro dedica un capítulo a contar que ya existen empresas que analizan los blogs para extraer información útil para las empresas. Convierten paletás enteras de información en pastillas útiles, como las vitaminas.

Veo los anuncios de Piqué y pienso : Voy a comprarme la ropa en Mango. Voy a hacerme del Barça.

Stephen pone como ejemplo a Umbria Communication, en la ciudad universitaria de Boulder. Ahí Howard Kaushansky, presidente y fundador, y su equipo ha desarrollado un sistema para leer millones de artículos cada día. La cosa da un poco de miedo, pero por el momento el sistema anda dando sus primeros pasos y sólo puede decir el género, la edad y el grupo al que pertenece el escritor del blog. Para que el sistema practique, previamente una serie de personas, llamadas marcadores, lee los blogs e identifica esas tres variables para ver si el sistema acierta o no, afinando las matemáticas para que el número de coincidencias entre máquina y hombre se acerque.

Qué coño voy a hacerme del Barça. No me jodas.

Una vez que te ha identificado, busca comentarios sobre los productos o servicios que le interesen a los clientes de Umbría : un banco que quiera saber qué piensas de sus comisiones, o una compañía aérea sobre sus tasas, o un fabricante de cuchillas sobre su nuevo modelo. El sistema parece que es válido para predecir tendencias y, además, se produce de forma prácticamente inmediata.

A ver : nada mejor que meterte en la camita y ver todos los episodios de Médico de Familia. Ya no se hacen series como ésa. Qué Breaking Bad ni qué leches. Que no, que no, que no está hecha la miel para la boca del asno.

Sólo es cuestión de tiempo que el sistema pueda analizar el ánimo, los ingresos, el nivel educativo de un escritor e incluso predecir su conducta.

¿Pues no me dice la hermosa que me encuentra como agarrapiñado?

Personalmente, eso no me molesta. La opción para que no te controlen es o no escribir un blog o hacerlo sobre el mundo del ganchillo, por ejemplo. Lo que me pone de mal humor es que ellos se lleven el dinero y yo no vea nada, con el esfuerzo que uno pone en escribir todos los días y en no poner faltas de ortografía.

Así están las cosas. Y la de la foto de arriba, aunque pueda pensarse lo contrario, no guarda ningún parecido con mis abuelas, aunque un aire sí que tiene.

Lo único que se me ocurre es ponerle las cosas un poco difíciles a empresas como Umbria Communications, que sus matemáticos tengan que quedarse más de una noche currando y comiendo pizzas. Acabarán ganando, claro, pero por lo menos que sea en la prórroga.

Aquí va una lista para retrasar su victoria :

1-Utiliza la ironía : Los ordenadores parece que se desorientan cuando se encuentran con ella.

2-Emplea expresiones de quinceañero.

3-Pon mensajes contradictorios.

4-Echa mano de localismos.

5-Usa términos ambiguos.

6-Invéntate palabras.

7-Cambia de registro varias veces en el post.

8-Miente, claro, que es sano.

9-Utiliza los silencios.

10-Introduce palabras que no tengan nada que ver con el texto.

Todo lo que he dicho hasta aquí es mentira.



Como una casa. Desde “Me paso por el Vips” hasta “Como una casa”.

Y ya está dicho.

Velázquez : “Estoy hasta los cojones de que me conozcan como el de las meninas. Así te lo digo. Hasta los cojones”.

Joder. Empiezo bien el blog y luego se tuerce. No sé si el blog o yo. Vaya mosqueo que se trae puesto el Velázquez.

-Oye, Velázquez, a mí me gusta ése con la mano en el pecho, así.

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