Uno de los objetivos que nos proponemos para el nuevo curso es cocinar más
Thermomix : ¡Ja! Eso no es difícil.
Cierto, porque, partiendo de cero, cualquier incremento resulta espectacular. El plan es bueno, pero, viendo lo que hay en la nevera, habrá que esperar para comenzar con las primeras recetas. Dejamos más cosas en la nevera del hotel que las que ahora veo en la nuestra
Lo que me encuentro sólo sería útil si me llamara Antonio López, que no es el caso, aunque ni apellido sea tan común como el suyo. Si te apellidas López, parece normal que te dediques a pintar un cuarto de baño. Si, por el contrario, te cae Van Gogh de apellido, lo que arregla lo de Vicente, nadie te va a decir nada si haces girar las estrellas en el cielo como si estuvieran a punto de caer por el sumidero de un gran baño espacial
Pero no he venido aquí a hablar de arte, sino de gastronomía.
Retomo la imagen del eco en la nevera, que se une al de mi estómago a las diez de la noche. María me ha dicho que se bajaba a tomar un vino y que subía en un momento pero ella no sube y la botella de la que le sirven parece ser que no deja de bajar. Sigo solo, con hambre y si me apellidara Van Gogh podría asomarme a la ventana para pintar algo, que la soledad y el hambre ayudan al arte, pero no al talento, no os engañéis
En vez de eso, me asomo a una caja de cereales que veo abierta. Cuando el mundo llegue a su fin, las cucarachas serán las reinas de la creación y, seguro, se alimentaran de paquetes de cereales, como hago yo. Los cereales no te fallan. Siempre están ahí, como las latas de sardinas, las de tomate frito, la última cerveza, los colines, los macarrones en el tarro de plástico de Ikea, el azúcar, la caja de bolsitas de té sin estrenar, la botella de aceite, la tableta de chocolate a medias o el tarro con pimienta. Cosas, en fin, que ahora despreciamos y que alabaremos cuando se instale la nueva recesión (ésta o la siguiente o la que venga después, que vamos a tener todas las que queramos ahora que ya no queda dinero para prestar) y Arguiñano abandone la carne y nos enseñe a preparar macarrones con tomate, tomate con macarrones, macarrones solo y tomate en chupitos
Cojo un vaso de leche, echo los cereales y me marcho al salón. Repito la receta para el que quiera tomar nota : cojo un vaso de leche, echo los cereales y me marcho al salón.
Sólo falta un ingrediente para que no eche de menos a María ni a sus vinos, ni lamente lo común de mi apellido, ni piense en la gran debacle económica que se aproxima, ni recuerde la lamentable imagen de Mourinho quitándole las legañas a los demás. El ingrediente secreto, tomad también nota, es una sesión con los tres primeros episodios de la cuarta temporada de Breaking Bad.
Gracias, Internet.
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