Gina-Paul, la memoria puede ser muy poco fiable. Sí. Nos gusta pensar que son recuerdos indelebles del pasado, pero cada vez que sacamos una escena jugamos un poco con ella antes de guardarla de nuevo. SI odiamos a nuestro marido, pues recordamos la boda como menos alegre o decimos “él no era el hombre apropiado para mí. Constantemente alteramos nuestros recuerdos para que el pasado no esté en conflicto con el presente.
Paul-Sí, mi memoria está jodida. Entonces, ¿Cómo fue realmente mi infancia?
G-No, por favor. No cuestiono los sentimientos que tienes de tu infancia. Son absolutamente precisos. Sólo me pregunto si esa noche en particular tal vez algunos hechos no fueron tal como los recuerdas.
P-Si, Gina, conozco muy bien el concepto de memoria de pantalla.
G-Claro que lo conoces. Entonces sabrás que tus recuerdos de esa Nochebuena nos hablan del periodo de toda tu infancia, no sólo de una noche. Estabas sobrecogido. Sentías que eras el único que sabía la gravedad de sus problemas.
P-Y mi padre. Pero le importaban una mierda.
G-¿Estás seguro de eso?
P-¡Si le hubiera importado la habría metido en alguna institución y la habría ayudado, aunque al final lo hiciera. Pero no antes de que yo me pasara cada día del instituto sin saber con qué me encontraría al volver a casa. ¿Estarían los cuchillos clavados en la pared? ¿Estaría la bañera desbordada, con un cable alrededor de la garganta? ¿O se habría decidido de pronto a ordenar y pintar todos los armarios del pasillo?
G-¿Por qué crees que no la metió antes en una institución?
P-No sé. ¿Porque necesitaba que alguien cuidara de los niños?
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